La paradoja de Teseo. La representación del Carnaval de Barranquilla en Instagram

Manuel Salge Ferro
Docente investigador
Facultad de Comunicación Social Periodismo
manuel.salge@uexternado.edu.co

La fragmentación entre el mundo análogo y el mundo digital se ha diluido. Son ondas de un mismo océano que al llegar a la playa de lo real se hacen una sola. Las relaciones entre geografías y temporalidades, entre comunidades y prácticas, entre el mundo de las cosas y el universo de su significación están ahora atravesadas por su correlato infinito de ceros y unos.

La investigación que acá se presenta es un punto de arranque para entender esta articulación y toma como pretexto, para ser enunciada, la paradoja de Teseo. Hace dos mil años, Plutarco en su obra Vidas paralelas postulaba una duda hermosa, sobre si el barco que llevó a Teseo a cumplir su destino, tras los embates del tiempo y luego del cambio forzoso de sus partes, podía considerarse el mismo que había acompañado en vida al héroe.

Qué puede ser considerado como original y qué como una copia. Dónde demarcamos los límites de lo real y cuándo entramos en el terreno de su representación. Existe una única verdad de naturaleza cognoscible o una miríada de narraciones sobre la misma que se traslapan y sobreponen. En fin, podríamos seguir enlistando hasta el colapso del universo puntos de reflexión fabulosos.

Pero esta apuesta se ancla al Carnaval de Barranquilla, un conjunto de manifestaciones culturales propias de las riberas del río Magdalena que se escenifican anualmente en medio de una fiesta colosal que, por su valor cultural, ha sido incluida en las listas de patrimonio mundial de la Unesco. Y la apuesta arriesgada por esta investigación está en el producir una lectura de la realidad a partir del uso de un conjunto de fotografías alojadas en la red social Instagram.

Puesto que más allá del simple intercambio y la circulación de imágenes y videos, Instagram crea, difunde y mantiene un conjunto de relaciones, memorias y normas que configuran la identidad social. Las fotografías, al tiempo que relatan experiencias y testimonian vivencias personales, proyectan deseos y aspiraciones y, en últimas, aportan nuevos sentidos al Carnaval.

Teniendo en cuenta lo anterior, se optó por una metodología mixta que conjuga la identificación de un corpus documental sobre el carnaval, la autenticidad, la virtualidad e Instagram. La captura, codificación y análisis de un conjunto de más de 3600 imágenes agrupadas bajo el #carnavaldebarranquilla. Y un trabajo etnográfico dirigido a entender cómo las personas registran y comparten la experiencia carnavalera en las redes sociales.

Así es como se construyó una inmensa matriz de análisis con la información extraída de las imágenes, y a partir de los datos se aplicaron una serie de pruebas de estadística descriptiva como conteos, frecuencias y frecuencias relativas. Al tiempo que se pusieron en práctica algunas técnicas básicas de análisis visual discriminando tonos, brillos, saturaciones y colores dominantes de las fotografías.

El resultado es un trabajo que en términos generales contribuye a perfilar epistemologías digitales, enriquece los campos de reflexión de la comunicación y del patrimonio cultural en el país y ofrece una nueva perspectiva para la revisión y validación de las políticas públicas en materia cultural.

Como resultado de esta suma de elementos podemos afirmar que, desde la sutura de lo análogo y lo digital, el primer día de la fiesta el Carnaval es el acontecimiento y la noticia omnipresente y las reinas que desfilan en sus carrozas sus protagonistas, el registro de la experiencia se concentra en los palcos, todos quieren contar que hacen parte y están allí. El segundo día las instituciones públicas usan imágenes grandilocuentes, postales hermosas del Carnaval, para hablar de su gestión, mientras que la gente sigue con su lente obsesivo a las reinas, hay un incremento de las fotos que se toman al desfile y capturar la imagen perfecta sirve, además, para mostrar la destreza y la sensibilidad fotográfica de cada uno.

El tercer día, según el análisis de la imágenes, la Vía 40 cede su encanto a los eventos privados, los conciertos y las celebraciones en los bares, ese día el tema principal que se registra una y otra vez es la cumbia y hay un afán por mostrarse hermoso frente a la cámara. El cuarto y último día las fotos se reparten entre los desfiles y las celebraciones en los barrios, y transmiten con énfasis lo colorido y lo exótico de la fiesta, y acá el tema central del día son las comparsas de fantasía.

Ahora bien, acudiendo a una descripción formal de las fotos se destaca la recurrencia de colores cálidos, y con ellos la alegría, el vigor y la intensidad. Las imágenes tienen un brillo y una saturación equilibrados. Sin embargo, sus tonos recurrentes reflejan emociones fuertes. Entre los violetas, el verde, el dorado, el naranja y el rojo se esconden los colores de la panafricanidad.

Claramente la publicidad utiliza una gama más amplia y más brillante de imágenes, mientras los retratos y las selfis comparten una distribución de colores similar. Llama la atención que las fotos con tema central Marimonda y con tema central Reina del Carnaval comparten casi los mismos colores, obligándonos a pensar en códigos compartidos, en estructuras cromáticas subyacentes o, desde una mirada más mundana, la repetición del dorado, el azul y el rojo de la marca de cerveza omnipresente.

Finalmente, el análisis del Plan Especial de Salvaguardia, desde la virtualidad de la fiesta, realza aspectos que no aparecen en los espacios tradicionales de concertación e incluye a otros grupos que tradicionalmente no son oídos en estos contextos. Con ellas otras formas de sentir, transmitir y apropiarse de la fiesta. Por ejemplo, hay actores de la fiesta que desde la institucionalidad están siendo sub representados. Que la fiesta es un escenario donde todo está relacionado y centrar la protección sobre solo unas manifestaciones culturales es un desacierto que genera muchas tensiones. La figura de la Marimonda debería ser el modelo de protección: sencillo, cotidiano, despolitizado, popular y transgresor. Puesto que esa idea de lo patrimonial como algo grandilocuente parece rondar tan solo las cabezas de los administradores de la fiesta.

El libro puede ser descargado desde la Biblioteca Digital de la Universidad Externado de Colombia.

 

Mosaico de las 3.629 fotos analizadas:

Distribución de las imágenes por tono y brillo:

 

Publicidad color dominante:

Frecuencia relativa tipo de foto por elemento del Carnaval:

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