Pieza del mes
Enero de 2023
Certamen Público. Escuela de Niñas Medellín. 1834
A lo largo del siglo XIX las polémicas alrededor del sistema educativo reflejaron las profundas diferencias sostenidas por la dirigencia entre las concepciones del Estado y de la vida. En la organización de la República de Colombia (1819-1830) y luego en la Nueva Granada, fueron recurrentes las controversias en ese ámbito. Para la formación de los abogados, por ejemplo, el debate se centró entre el viejo sistema colonial fundado en postulados religiosos y las perspectivas de vanguardia, entre las que se destacaban las consideraciones de ética civil originadas en el filósofo inglés Jeremías Bentham.
La educación superior, espacio de formación en las ciencias, estaba vedada para las mujeres. La segregación de género restringía a la mujer en un muy limitado campo de formación. Una muestra del nivel educativo al que alcanzaban las mujeres de los sectores pudientes de la sociedad se encuentra en este documento de 1834 exhibido en Lux non occidat. Por la época se acostumbraba a evaluar los conocimientos adquiridos por la juventud en los certámenes públicos, interrogatorio presidido por algún reconocido personaje.
En este caso, se trata del examen presentado por señoritas de Medellín, presidido por el vicepresidente Joaquín Mosquera. Un muy pequeño grupo, de apenas diez niñas, lo que es información adicional sobre la exclusión, respondió una serie de preguntas sobre cinco grandes temas: religión, urbanidad, aritmética, geografía y ortografía. Es notorio el énfasis en aspectos como la moral cristiana, al aseo y el comportamiento en sociedad. En contraste, los certámenes públicos para los varones, también exhibidos en el museo, evaluaban sobre lógica, geometría especulativa y práctica, geodesia, física y mecánica. Los lastres de la colonia mantuvieron la fragmentación de género en la educación hasta muy avanzado el siglo XX.
Este documento es novedoso no solamente por la información que contiene sino por sus aportes estéticos, que realzan el sentido femenino de su tiempo: impreso en seda y orlado por la decoración de sus bordes. Esta pieza patrimonial sintetiza toda una época.