CAMPO DE CONCENTRACIÓN DE SACHSENHAUSEN

Año de creación: 1936

Ubicación: ubicado en la localidad de Oranienburg, en el estado de Brandeburgo, a unos 35 kilómetros al norte de Berlín

El campo de concentración fue creado por prisioneros de otros campos de concentración. En principio no era un campo de exterminio sino más dedicado a prisioneros políticos. Pero fue a partir del año 38 cuando empezaron a llevar allí miles de judíos, testigos de Jehova, homosexuales y personas consideradas por el régimen nazi como no deseables para la sociedad. Desde 1940 llegaron prisioneros polacos y un año más tarde miles de militares soviéticos.

Se considera uno de los campos de concentración más importantes del III Reich, ya que en él se tomaban las decisiones referentes a alimentación, castigos y torturas que luego se aplicaban en todos los demás campos de la amplia red que ya existía en Alemania en 1936.

Sachsenhausen servía como fuente de mano de obra gratuita y esclava, que era utilizada por la industria bélica en toda la región de Berlin. En una de las entradas del lugar, hay un letrero que reza: “El trabajo os hará libres”. Pero nunca se cumplía esta frase, pues en vez de liberarlos, los prisioneros morían debido al esclavizante trabajo al cual eran sometidos.

Firmas como Adidas y muchas otras empresas alemanas, se valieron de los presos para probar o crear sus productos. Los presos también fueron sometidos a experimentos médicos por parte de lo que hoy se conoce como la multinacional farmacéutica Bayer. Probaron compuestos de inmunización y sueros para la prevención y el tratamiento de enfermedades contagiosas.

En el extremo oriental del campo, se encuentra el paredón de fusilamientos.

En enero de 1945 había más de 65.000 prisioneros en Sachsenhausen, entre ellos casi 13.000 mujeres. Por este campo pasaron unos 200.000 prisioneros hasta 1945, de los que menos de la mitad sobrevivió.

Lo paradójico de este campo, es pensar que después de que en el 45 los alemanes se retiran huyendo y llegan los soldados del ejército rojo soviético a rescatar a los prisioneros, este fue usado por ellos hasta 1950 con el mismo fin. Los soldados liberaron a más de 3.000 enfermos y médicos que aún se encontraban en el campo.

En el campo se mantenía apresados a los funcionarios de bajo rango del régimen nazi, algunos perseguidos políticos y a una gran cantidad de personas que fueron detenidas arbitrariamente.

Los rusos construyeron un monumento, en forma de Obelisco, empotrado en el centro del campo. Es la estructura de mayor altura de todo el lugar.

Durante los cinco años que el campo se encontró en funcionamiento pasaron por sus instalaciones unos 60.000 prisioneros, de los que más de 12.000 no lograron salir con vida.

Después de los duros acontecimientos ocurridos en el campo a lo largo de los años, en 1961 comenzó su nueva labor como lugar conmemorativo.

Algunos de los lugares más relevantes son los siguientes:

Barracón 38: Ubicado en la zona conocida como «Campo Pequeño», donde las SS hacinaron entre 1938 y 1942 a todos los prisioneros judíos, el barracón 38 es un museo que pretende ilustrar la vida de los prisioneros judíos durante su estancia en el campo. Hubo un incendio provocado por algunos antisemitas en el año 1992.

Edificio de celdas de castigo: Se trata del edificio que sirvió como cárcel del campo y de la Gestapo. Allí, además de encerrar a los prisioneros más importantes, se torturaba y asesinaba sin piedad.

El campo de concentración de Sachsenhausen está ubicado a las afueras de Berlín, y desde su llegada en tren, es posible apreciar que el recorrido desde la estación hasta la entrada al campo está presente una urbanización de casas destinadas de manera residencial, es de anotar que esta urbanización tiene un carácter muy pintoresco, consistente en la simetría de una serie de casas antiguas, grandes y muy bellas. También se puede ver vegetación de gran variedad. En resumidas cuentas, la población ubicada en las cercanías de las instalaciones del antiguo campo son una verdadera muestra del bienestar sociales del que gozan sus habitantes.

Al llegar a las instalaciones del campo es posible apreciar una serie de muros pertenecientes a las antiguas instalaciones, aunque es preciso resaltar que dichos muros no son una unidad, pues son mas bien varias secciones de un muro divididas por amplios espacios entre cada sección.

Luego de atravesar los muros anteriormente descritos, es posible encontrar dos maquetas de bronce representativas de la complejidad del campo en sus años de funcionamiento; muestra que hoy en día no es posible visualizar dentro del campo, pues muchas de sus antiguas instalaciones han desaparecido.

Una vez se termina la muestra de las maquetas es posible iniciar el recorrido de las instalaciones propiamente dichas de lo que fue el campo de concentración. Para llegar a la entrada es necesario hacer un recorrido de algunos minutos a lo largo de un muro de concreto reforzado con alambre de púas de por lo menos 3 metros de alto, que se extiende por al menos 500 metros.

Cuando termina dicho muro, es posible visualizar las primeras muestras del funcionamiento del campo de concentración, pues en ese instante se aprecia un espacio de arboles donde a su vez se encuentra una pequeña instalación de color blanco de un piso y de tamaño reducido.

A un lado la instalación anteriormente descrita se ve la entrada al campo de concentración, la entrada consta de un edificio blanco de al menos 3 pisos de altura con una terminación en punta, que en otras palabras es una torre. En el medio de dicho edificio está una reja de acero que es la puerta principal de acceso al campo, en el medio de esta reja hay una inscripción en la que se lee “Arbeit macht frei”.

Una vez se atraviesa la puerta de entrada, lo primero que es posible ver es un camino de pizarra que se extiende a lo largo y ancho de un espacio muy grande donde anteriormente estaban ubicados los barracones de lo que fue el campo de concentración, espacios que en su mayoría ahora están vacíos, pero que mantienen definido el espacio y las dimensiones de lo que eran dichos barracones.

De la primera vista de las instalaciones del interior del campo de concentración se puede destacar la ausencia de la mayoría de los barracones donde los prisioneros vivían, una alambrada separada de un muro de concreto, que definían los límites del campo y evitaban la fuga de los prisioneros. En frente de los alambres y hacia el interior del campo se encuentra un espacio donde el suelo está delimitado por pequeñas piedras negras y donde cada tanto espacio hay señalizaciones de color blanco y con letra negra, donde se lee “NEUTRALE ZONE”

También es posible visualizar desde cualquier lugar del campo una gran infraestructura de color gris muy alta, de no menos de 8 metros de altura, de forma mas o menos rectangular, no muy profunda y donde están colgadas insignias de forma triangular y de color naranja, hay 18 de estos triángulos, distribuidos por filas de a 3 triángulos.

Dentro del campo otros elementos muy característicos son los barracones que aun existen, pues son extensas estructuras de madera, en cuyo interior se encuentran las literas para dormir, espacios rectangulares, uno encima de otro y divididos por segmentos de madera, de a tres camas una encima de otra.

Otro elemento dentro del campo es una estructura bordeada por muros de concreto y cuyo interior está compuesto de celdas con rejas de acero, que da la impresión de ser una cárcel dentro del campo.

Siguiendo por el camino hacia la salida del campo se encuentra una fosa bordeada por troncos de madera y concreto con suelo de tierra café, donde al fondo de dicha fosa se encuentra una pequeña habitación que da la apariencia de ser una especie de bunker.

En este segmento del campo es posible aprecia unos rectángulos de concreto, fijados en el piso y que dan la apariencia de ser bancas o lugares de descanso.

Finalmente se encuentra un espacio de lo que en algún momento fueron hornos, tienen una apariencia bastante antigua y bordeados por delimitaciones en ladrillos, hay aproximadamente 8 hornos en este espacio, que a su vez está encerrado en una estructura de pared blanca donde a un lado y dentro de esta estructura hay una escultura de 3 hombres, donde dos de ellos están cargando a un tercero. Los tres hombres tienen una apariencia bastante deplorable, se les ve cansados, desnutridos y vestidos con harapos.

¿Contribuye el campo de concentración Sachsenhausen a la garantía de no repetición?

Las garantías de no repetición están a cargo del estado, pero, involucran a la sociedad en general para permitir su participación en la implementación de estas.

El termino fue usado por primera vez en “Los Principios Internacionales sobre la lucha contra la Impunidad” señalando el contenido o que debe incluir dicha garantía; posteriormente, la Corte Interamericana de Derechos Humanos y la resolución 60/147 de Las Naciones Unidas establece las medidas necesarias a implementar que debe desarrollar el estado para satisfacer dicha garantía.

Entre las recomendaciones, se encuentra la implementación, protección y reconstrucción de lugares histriónicos para transmitir que NO se debe repetir tratándose de graves violaciones a los derechos humanos, incluyendo la fomentación de documentos y archivos.

El campo de concentración Sachsenhausen analizado desde diferentes ópticas aporta bastante información para tener en cuenta respecto de la garantía de no repetición.

En primer lugar, al ser un sitio abierto a toda la población civil mundial permite realizar un ejercicio de verdad y memoria histórica, conceptos relacionados y necesarios con la temática traída a colación, ya que, su objetivo último es garantizar la no repetición de los hechos victimizantes y violatorios de derechos humanos; el campo de concentración   a través de su infraestructura transmite lo que alguna vez ocurrió en ese sitio, cargando a las personas espectadoras del museo de verdad histórica.

Además, las visitas al campo de concentración son obligatorias para estudiantes alemanes de secundaria, satisfaciendo la garantía de no repetición en toda su esencia, ya que comunica el mensaje a generaciones posteriores que no vivieron la II Guerra Mundial, pero, son las encargadas de garantizar que nunca más vuelvan a suceder esos hechos.

Por lo anterior, se puede concluir que contribuye a la garantía de no repetición de hechos victimizantes y graves violaciones a Derechos Humanos porque es un lugar constante y permanente en el tiempo que progresivamente comunica lo sucedido.

 

Â