Acupuntura urbana: una experiencia transformadora para cuatro estudiantes de la Facultad de Estudios del Patrimonio Cultural

Cuatro estudiantes de los pregrados de la Facultad de Estudios del Patrimonio Cultural llegaron a Panamá el pasado 27 de febrero. La profesora Paula Matíz, egresada y docente de la Facultad, junto con las arquitectas Silvia Arroyo, del Departamento de Arquitectura de la Universidad de Panamá, y Claudine Deom, de la Universidad de Montreal, las(os) esperaban para participar en las jornadas de ‘Intervenciones para una ciudad sostenible: acupuntura urbana casco antiguo de Panamá’ junto a otras(os)11 estudiantes panameñas(os) y 18 canadienses. 

“Haber caminado hoy 26 mil pasos y recorrido medio Panamá no me va a detener para conocer por primera vez el mar”  

Daniel Hernández 

Por: Sara del Mar Castiblanco 

El título elegido por las universidades organizadoras resulta una gran combinación de palabras, conceptos y universos de significado con los cuales Jaime Lerner, arquitecto y urbanista brasilero, fusiona una tradición ancestral china con la idea del diseño urbano occidental para llevarnos a pensar en las ciudades como organismos vivos, en los que acciones puntuales pueden repercutir ampliamente en el bienestar de las personas que habitan los lugares patrimoniales. 

Las docentes prepararon por años este encuentro y tenían preparadas varias metodologías. El primero de los cinco días en los que se llevaron a cabo las jornadas fue para el reconocimiento de lugar. El grupo de trabajo era multicultural y multidisciplinario, compuesto por estudiantes de pregrado para el caso del Externado, y tesistas de pregrado y de maestría provenientes de las otras dos universidades participantes. Después del recorrido, la instrucción consistió en desarrollar sesiones colaborativas llamadas charrettes para bosquejar soluciones a problemáticas identificadas en el Casco Antiguo con base en la acupuntura urbana, es decir, una acción concreta para reactivar el lugar.  

Fueron 5 días de trabajo intenso, con asesorías y uso de otras herramientas maravillosas como el Urban Code: una metodología aplicada en Nueva York en la que, a partir de 100 hipótesis que se observan en la ciudad, los y las estudiantes debían hacer etnografía para corroborar aspectos como, por ejemplo, si las personas caminan por la sombra o el sol; o sí se detienen en un lugar a ver el paisaje, entre muchas otras.   

Estas actividades tuvieron lugar en ‘La Casa del Soldado’ en el Casco Antiguo de Panamá, gracias a la colaboración de la Agencia de Cooperación Española que puso a disposición de las(os) participantes sus instalaciones. Sin embargo, las actividades no solamente se dieron en el salón acondicionado para dicho trabajo; lo que ocurrió en campo también fue de gran importancia: la visita a museos, los viajes en lancha, la degustación de nuevas comidas y algunos espacios de ocio, promovieron la convivencia y el intercambio de experiencias.  

Como parte del cierre de las jornadas, el viernes 3 de marzo nuestras(os) estudiantes presentaron las propuestas grupales de acupuntura urbana. Tatiana Valderrama, Daniel Hernández, Ana María Jaimes y David Gómez fueron voceras(os) de sus respectivas mesas, aportando sus ideas y demostrando que arqueólogas(os), conservadoras(es) y restauradoras(es) del patrimonio mueble, frecuentemente comparadas(os) con médicas(os) e investigadoras(es) de objetos, contribuyen de manera significativa al cambio de paradigmas frente al conocimiento y construyen propuestas de valoración, significación y conservación del patrimonio cultural. 

Este ejercicio implicó entender el cambio, la trascendencia y la inestabilidad. Entender, por ejemplo, que el patrimonio ya no tiene “naciones” porque logramos crear y converger entre lenguajes, idiomas y universos de sentido; que el patrimonio no nos pertenece a unos cuantos, porque el mundo cambia a velocidades vertiginosas, así como los proyectos y las personas que van cambiando sus significados.  

También nos permite entender la flexibilidad, pues si bien somos conservadoras(es), restauradoras(es) y arqueólogas(os), esto no limita nuestro escenario de actuación a lo antiguo per se, pues todo el tiempo intentamos tejer nuevos lazos para construir propositivamente y colaborativamente en el presente. El respeto y la comunicación se fortalecen y perfeccionan, entendiendo que hay tantos lenguajes como individuos. Como docentes sabemos que la construcción de conocimiento se transmite, que estamos llamados a ser efímeros, a no ser indispensables, sino a dejar ideas que duren en el tiempo por su impacto y significado en lo emotivo, en lo sensible y en lo cognitivo.  

Cuando viajamos y participamos en estos espacios, desde la Facultad de Patrimonio absorbemos diversidad, construimos académicamente nuevos mundos y criterios, pero muchas veces, además, hacemos lazos en lo cotidiano. Viajar abre nuevas puertas y universos, tenemos la posibilidad de conocer lugares y sentidos infinitos como el mar.  

Les compartimos los testimonios de los y las estudiantes del Externado que participaron en esta jornada: 

  • Tatiana Valderrama
    El intercambio cultural que vivimos en Panamá fue impresionante, no sólo aprendimos cómo funcionan otras profesiones, sino cómo piensan en otras culturas y cuáles son los problemas que ven dependiendo de su construcción cultural como individuos. 
    Sin lugar a dudas, Panamá representó un encuentro de mundos que se materializó en un proyecto final de acupuntura urbana.  
  •  Ana María Jaimes
    Poder trabajar con personas de otras profesiones y países fue muy enriquecedor. Aprender de la arquitectura de un lugar tan valioso históricamente como el casco antiguo de Panamá no hubiera sido tan apremiante sin tener a nuestras(os) compañeras(os) arquitectas(os).
    Es precisamente en estos proyectos en donde se demuestra la importancia de nuestras carreras y de trabajar colectivamente con otras disciplinas para concretar un proyecto que tenga un impacto social.
  • David Gómez
    Rescato la importancia de la acupuntura urbana como una oportunidad de activar espacios de los barrios, Casco Antiguo de Panamá en este caso, teniendo como norte el impacto social y a la comunidad que habita el sector y que ha sido marginada por el turismo y el negocio inmobiliario. Es imprescindible el trabajo interdisciplinario y los aportes que se pueden brindar desde la Facultad de Estudios del Patrimonio, pues están encaminados, precisamente, a develar las tensiones y problemáticas que hay detrás de lo patrimonial. De esta manera, construir proyectos que impacten y tengan relevancia para la comunidad. 
  • Daniel Hernández
    Fue una experiencia única en verdad, trabajar desde mi área de experticia que es el patrimonio con personas de tantas y diferentes carreras, me ayudó a abrir mi mente y ver diferentes perspectivas y que no es necesario hacer grandes proyectos para salvaguardar nuestro patrimonio, sino pequeños y bien orientados que generarán grandes impactos sobre este y las personas. Aunque fue importante el proyecto de rehabilitación del área patrimonial de Panamá, lo que más se queda en mí es el aprendizaje del trabajo en grupo, un grupo hecho entre iguales y de diferentes nacionalidades, por ende, de diferentes contextos, generando ideas únicas como difíciles de integrar, pero ahí están las habilidades de comunicación, nos escuchamos entre todas(os) y presentamos un gran proyecto. Por esto y muchas experiencias más, estoy agradecido de haberlo vivido. 

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