En la investigación y en el derecho no se busca la verdad, se busca el funcionamiento de la sociedad

Durante dos días expertos de Chile, Argentina y Colombia participaron del Foro: ‘Desafíos de la investigación jurídica’; organizado por el Doctorado en Derecho de nuestra Casa de Estudios.

En este espacio académico los expertos expusieron, analizaron y debatieron argumentos, sobre los retos que en la actualidad afrontan los procesos investigativos en el campo de las ciencias sociales, y para este caso en especial sobre los asuntos jurídicos.

El encuentro inició con la presentación de Carmen Domínguez, docente de la Universidad Católica de Chile, quien expuso desde su experiencia académica los retos que trae en estos tiempos la investigación en el ámbito jurídico.

“Provengo de una familia de juristas y académicos y por ello considero que la investigación exige una conjugación de la teoría, la ética y sensibilidad en los temas sociales y políticos de nuestra región», señaló.

Según la docente, «alguien que se quiere dedicar a la investigación desde un inicio debe tener el convencimiento de que siempre hay algo nuevo que aprender, siempre hay algo que falta investigar, siempre hay algo en el derecho que podemos indagar a profundidad».

Para Ricardo Lorenzetti, ministro de la Corte Suprema de Justicia de Argentina, la cultura jurídica proviene de la investigación, por lo tanto esta se hace fundamental a la hora de dar solución o plantear diferentes salidas a las controversias generadas en el derecho.

«En las ciencias humanas coexisten muchos paradigmas, por esto se hace interesante el estudio del derecho. Lo que hace apasionante investigar, es que se tiene que reconocer la relatividad de la condición humana y entender que nunca vamos a resolver todos los temas en su totalidad», indicó.

y agregó: «en el derecho no se busca la verdad, lo que se busca es el funcionamiento de la sociedad; en los conflicto no se busca la verdad, se busca solucionar unas diferencias de carácter social, y en esto hay que tener en cuenta que hay diversidad de naturaleza y pensamiento, y siempre van a existir múltiples versiones e interpretaciones», concluyó.

La profesora Martha Lucía Neme, sostuvo que el mayor de los desafíos de la investigación jurídica, lo constituye la construcción de un humanismo que responda a las exigencias contemporáneas: pluralista e intercultural.

«Este humanismo debe estar encaminado a la promoción de una paz duradera, a la protección del planeta en solidaridad con las generaciones venideras, a la construcción de un modelo de desarrollo en función del desarrollo humano, que de lugar a una  verdadera reducción de las desigualdades sociales, a la regulación de las nuevas tecnologías digitales y biomédicas, que confluya en un ‘humanismo digital’, en el que los valores del derecho determinen qué de la ciencia puede regir lo humano», precisó.

Emilssen González de Cancino, decana de la facultad de Derecho, insistió en que el Doctorado en Derecho de nuestra Universidad, es reconocido en el país y en el exterior por la excelencia académica la calidad de los profesores(as) y los estudiantes que llegan a él, después de un exigente proceso de selección al que se someten las candidaturas.

“Diríamos que todo gira en torno a los valores fundacionales de la Universidad y de los principios que guían la investigación, razón de ser de la formación doctoral, de ahí la importancia de los foros que permiten la articulación entre la escuela doctoral, los doctorandos, docentes y tutores, y se convierten en escenarios privilegiados para el debate teórico en torno de los grandes temas jurídicos”, precisó.

De igual forma, la decana resaltó algunos desafíos que afronta la investigación jurídica hoy:

  • Subvaloración de las ciencias sociales, que coloca la investigación en este ámbito, en lugar secundario, por debajo de aquella que en las llamadas ciencias duras y en las tecnologías desarrolla innovaciones protegidas por patentes que producen ganancias muy apetecibles.
  • Sofisticación de las herramientas y procesos tecnológicos que exigen preparación previa, precisa y en permanente actualización, así como sistemas de interconexión con alta cobertura y estabilidad y el dominio del lenguaje jurídico en varios idiomas y sistemas.
  • La realidad a tenderse a considerar que la vida del derecho se desenvuelve fundamentalmente dentro de las fronteras nacionales, cosa que hace explicita la idea positivista que identifica al derecho con las normas y que, por supuesto hace ver la investigación jurídica como ejercicio distante de la búsqueda de solución para los grandes problemas humanos, pero también de las urgencias cotidianas de los grupos de especial vulnerabilidad.
  • La falta de dedicación exclusiva para la investigación, debido a las necesidades propias de la vida profesional que absorbe grandes cantidades de tiempo y esfuerzos. Son muy pocos en América Latina quienes pueden dedicarse solo a la investigación y formarse como doctores.

“La investigación de hoy reclama a los profesionales salir de su zona de confort, encarar sus estudios y visión con mayor sensibilidad social y aportar elementos para la construcción de un mundo más igualitario”, precisó.

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