Pieza del mes
Febrero de 2023
Cucarda
Durante los años del primer Externado (1886-1895) se utilizaron dos escudos similares, pero con profundas diferencias simbólicas. Uno de ellos, convertido en cucarda, se entregaba a los estudiantes que ingresaban a la universidad.
El escudo de la cucarda hace referencia al vínculo entre el simbolismo de la luz (el conocimiento) y el de las tinieblas (la ignorancia). Muestra también la Constitución sobre una espada, es decir la ley por encima de la fuerza, del autoritarismo.
El lado derecho del escudo lleva media corona de laurel y el izquierdo se completa con ramas de olivo. Estos elementos se remiten a la mitología griega y romana: el laurel es símbolo de grandeza, de valor, de tradición, de victoria; el olivo, de paz, prosperidad, esperanza y renacimiento. Al final, son unidos por un lazo en el centro de la corona.
La cucarda está presidida por la expresión Post tenebras spero lucem. Esta frase significa después de las tinieblas espero la luz, que alude a que con su esfuerzo el estudiante recibirá la luz que provee el conocimiento para lograr la emancipación y la libertad en todos sus órdenes. Por supuesto la tensión entre luz y tinieblas hace también referencia velada al momento político que vivía el país.
Los estudiantes del primer Externado lucían la cucarda durante sus años de estudios. Eran reconocidos por esta prenda en su saco y, además, ponían en práctica esta simbología.
La cucarda constituye uno de los referentes simbólicos esenciales del Externado. Sintetiza el talante fundacional de la universidad y esgrime la promesa ofrecida a quienes estudian en ella. Se complementa con el otro escudo empleado por la universidad en aquellos tiempos, que lleva la inscripción Lux non occidat, la luz no se extingue, es decir el logro alcanzado por quienes comparten los ideales del Externado.
Esta nota fue realizada por Manuela Barrera Bautista, estudiante de Historia y voluntaria de mediación en Lux non occidat: Museo y Archivo Histórico de la Universidad Externado de Colombia.