¿Cómo va el panorama de desarrollo logístico empresarial en Colombia?

En entrevista con la Revista Gerente, Rogelio Gutiérrez, docente de la Maestría en Administración de Empresas y de la Maestría en Gestión de la Cadena de Abastecimiento, contó desde su perspectiva cómo se desarrollará el desarrollo de la logística empresarial en el país. A continuación el artículo de la Revista Gerente:

Oportunidades para mejorar la productividad

El país ha avanzado a partir de la expedición del primer Plan Nacional con criterio logís tico, en 2007, pero tiene grandes retos en materia de competitividad, racionalidad, optim izació n y facilitación de lo s procesos.

SIN EMBARGO, LOS COSTOS A LOS QUE SE ENFRENTAN LOS IMPORTADORES Y EXPORTADORES SIGUEN SIENDO ALTOS, DEBIDO A LAS INEFICIENCIAS GENERADAS EN LOS PROCESOS LOGÃSTICOS relacionados con calidad de la infraestructura, tiempos de espera en los puertos y costos del transporte.

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Logística 2018, desarrollada por el Departamento Nacional de Estadística, al desagregar por actividad económica en la minería y en la industria es donde el pago por temas de transporte tiene el mayor peso, con un 46, 3% y 46,2%, respectivamente.

Mientras que en otros sectores como el agropecuario, el comercio y la construcción el mayor costo proviene del com­ ponente de almacenamiento, que corresponde en cada uno de las casos mencionados al 35.9%, 64% y 77%.

Según el último estudio de TCC sobre el sector, los fletes terrestres en el sector, los fletes terrestres en Colombia son más elevados en comparación con otros países de la región, pues » «desde el puerto de Buenaventura a los dos centros principales de consumo que son Bogotá y Medellín, el costo del flete terrestre alcanza hasta US$ l.200 y US$1.I00 respectivamente, mientras que para ciudades como Callao (Perú) o San Antonio (Chile), llegan a $200 y $420 respectivamente».

Mientras que el escenario es diferente para los fletes marítimos, los cuales no difieren sustancialmente de los que pueden tener otros países para sus importaciones y sus exportaciones.

¿Cómo está el panorama y qué pasará en el 2020?

Las variables que afectan el entorno cada vez más turbu lento  de los mercados serán las que determinen e impacten las estra­ tegias y las acciones de la gestión de las cadenas de abasteci­ miento en el largo y corto plazo.

¿Cuáles son esas variables que más impactan la logística empresarial?

Primero, los factores tecnológicos,  pues con la digi talización y el desarrollo informático y comunicativo se están cambiando la velocidad y la disposición de los flujos de información, productos y servicios.  Segundo , aquellos  resultantes  de la globalización y desglobalización, que están generando cambios en las transacciones y operaciones del abastecimiento internacional, con fuertes repercusiones económicas y legales en los mercados regionales y urbanos. Y finalmente, los factores ambientales, que no solo están cambiando los hábitos de uso y consumo de servicios, productos, empaques y embalajes; sino la reglamenta­ ción y restricción de flujos de energías y mercancías , afectando la movilización, tránsito, manipulación  y disposición de servicios y materiales.

¿Cómo la influencia de esas variables se puede materializar en los planes y acciones de la gestión de las cadenas de suministro de las organizaciones?

La logística integral en nuestro país no puede seguir siendo vista y tratada como un conjunto de acciones operativas para reduc ir los costos del transporte y manipulación de la carga en una empresa. Debe ser considerada  como el conjunto de estrategias y procesos para  agregar  valor a partir de la gestión de los flujos del  suministro.  Para ello es necesario entender su desarrollo en las organizaciones, en cuatro grandes bloques: uno tiene  que ver  con la intervención decidida en los factores de desarrollo competitivo, pues es fundamental la iniciativa empresarial para  la implementación de la transfor­ mación digital y la asimilación tecnológ ica de los  avances de la industria 4.0. Otro es la disposición de la infraestructura, pues su impacto en la competitividad logística debe verse a partir del desarrollo de estrategias y procesos empre­ sariales entre generadores, operadores y receptores de las cargas , en conjunto con las políticas gubernamentales.

Un tercer bloque se enfoca en los procesos operativos de la empresa, que favorece n la agregación de valor a los clientes y optimizan la produc­ tividad y eficacia al negocio; todo ello enmarcado en los imperativos socioambientales.

¿Cuál sería el cuarto bloque?

Todo esto se soporta en el desarrollo del talento humano , el motor de la logística empresa­ rial. Aquí juega un papel importante la formación y capacitación, no solo del personal ope­ rativo, sino fundamentalmente de los ejecutivos que dirigen la gestión logística en las organi­ zaciones. Ese sí es uno de los serios problemas que debemos resolver en nuestro país.

Quien dirige la logística no puede ser simplemente un técnico o alguien que  conozca las operaciones. Se necesitan perfiles con fuertes competencias gerenciales en los aspectos  financieros,   comerciales y tecnológ icos, equilibradas con habilidades blandas que no solo propicien el desarrollo del talento propio y los proyectos asociativos,  sino  que le permitan desarrollar la más importante de las cualidades que necesita el director logístico: LIDERAZGO. No en vano, muchos de los actuales CEO de empresas mundiales de vanguardia, provienen de ser vicepresidentes de gestión de sus cadenas de suministro.

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