El Externado graduó al primer arqueólogo Arhuaco del país

Diomedes Izquierdo, miembro de la comunidad Arhuaca de la Sierra Nevada de Santa Marta, de la casta Busintana, recibió este 24 de marzo su título de arqueólogo de la Universidad Externado de Colombia, convirtiéndose así en el primer Arhuaco que ejercerá esta importante profesión para el patrimonio cultural e histórico del país.

Por recomendación de los mamos y siguiendo sus propios intereses por conocer y reconocer la historia y el pasado de su comunidad, Diomedes Izquierdo llegó el 17 de julio de 2015 a la Universidad Externado de Colombia para entrevistarse con José Luis Socarrás, decano de la Facultad de Estudios del Patrimonio Cultural y en ese entonces director del programa de Arqueología.

En sus 24 años de vida Diomedes nunca había escuchado la palabra arqueología; sin embargo, sabía que era su oportunidad para estudiar en la Universidad y así hacer realidad su sueño de convertirse en profesional.

“Mi hermano me llamó un día y me dijo que había tenido un contacto con la coordinación del Programa de Interacciones Multiculturales de la Universidad Externado de Colombia y que había dos cupos para dos indígenas para estudiar arqueología. En ese momento yo no sabía qué era esa carrera; sin embargo, investigué y me di cuenta que tenía que ver con muchas cosas de las que nosotros vivimos. Yo quería indagar acerca de las dinámicas sociales y culturales del Pueblo Arhuaco y entendí que a través de esa carrera podía hacerlo”, afirma Diomedes.

La decisión de salir de su pueblo para llegar a Bogotá no fue fácil. No solo era enfrentarse a la gran ciudad, era enfrentarse a una nueva cultura, alejado de su familia y de la tierra que lo vio nacer y crecer. Sin embargo, su persistencia, su constancia y sus deseos fueron más grandes que las adversidades que tuvo que vivir para alcanzar tan anhelada meta. Hoy 24 de marzo, Diomedes agradece al rector, Hernando Parra Nieto; al decano, José Luis Socarrás; a sus profesores y compañeros, quienes le ayudaron y lo animaron aún cuando el panorama parecía nublarse; al Pueblo Arhuaco y a su familia.

“Le quiero también dar mis agradecimientos a la Universidad, por brindarnos esta oportunidad tan grande a los jóvenes indígenas. Valoro mucho ese conocimiento que me brindó y que hoy puedo replicar sin perder el enfoque de lo que representa para mí el ser Arhuaco”.

Como Diomedes, son miles los jóvenes indígenas que aspiran a estudiar en una Universidad para llevar esos nuevos saberes a sus pueblos y poder seguir construyendo en conjunto ese tejido social que representa sus culturas. Sin embargo, las oportunidades son pocas y estos jóvenes están perdiendo la esperanza de un futuro mejor, lo que los ha llevado al consumo de drogas, alcohol e, incluso, a integrarse a grupos armados.

“El Pueblo Arhuaco está conformado por cerca de 50 mil habitantes, de ellos, solo unos 140 hemos tenido la oportunidad de acceder a educación superior”, afirma Izquierdo.

Diomedes reconoce que “la educación básica y media que los indígenas reciben se queda corta en comparación con la del mundo occidental”, por eso aspirar a estudiar en una universidad pública es casi un sueño imposible, porque para entrar a estas instituciones se mide el conocimiento a través de un puntaje. De igual manera son pocas las universidades que tienen programas como el de Interacciones Multiculturales del Externado, el cual aporta el 50% del valor de la matrícula de los estudiantes indígenas y el otro 50% lo otorga el ICETEX.

Los indígenas, además de asumir las dificultades para poder acceder a educación superior de calidad, tienen la preocupación de lograr mantenerse económicamente en un territorio que no es el suyo. Diomedes tuvo la fortaleza mental para superar las adversidades, pero además de ello, vendió mochilas, café y algunos productos de su pueblo para poder pagar el arriendo y los transportes; y la Universidad le brindó bonos de alimentación para que pudiera cubrir esa necesidad.

Desde antes de graduarse Diomedes viene trabajando con la Consejería Presidencial para la implementación de una política pública para las comunidades indígenas, así como con el Ministerio del Deporte para el fortalecimiento de prácticas ancestrales. Ahora que es oficialmente arqueólogo, Diomedes asumirá el firme propósito de proteger el territorio ancestral de la Sierra Nevada de Santa Marta; no solamente viéndolo como “patrimonio nacional”, sino comprendiéndolo desde la cosmovisión a través de las enseñanzas de los mamos, sus guías espirituales.

El decano de la Facultad de Estudios del Patrimonio Cultural, José Luis Socarrás, quien además pertenece a la comunidad Wayúu, destacó la relevancia que tiene para el Pueblo Arhuaco, y en general para el país, el grado de Diomedes: “Para el Pueblo Arhuaco es sin duda un evento significativo tener un profesional graduado en arqueología, en tanto que, como parte de las reivindicaciones de este pueblo que son de distinta índole como étnica y ambiental, hay un elemento fundamental que vincula el territorio y es precisamente la construcción de la noción de patrimonio cultural y específicamente patrimonio arqueológico”.

Para la Universidad Externado de Colombia y su Facultad de Estudios del Patrimonio Cultural es motivo de orgullo graduar al primer arqueólogo del Pueblo Arhuaco. Le deseamos muchos éxitos a Diomedes Izquierdo en su futuro profesional y le agradecemos por su constancia y persistencia para alcanzar esta importante meta.

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